domingo, 1 de noviembre de 2015

La escultura en el Antiguo Egipto




El Cuchillo de Gebel el-Arak es un cuchillo de 25,5 cm, datado de 3300 a 3200 a. C. en el periodo predinástico de Egipto, que cuando fue adquirido en El Cairo  se afirmaba que había sido encontrado en el emplazamiento de Gebel el-Arak, al sur de Abidos.
La hoja es de Sílex y el mango de marfil, de colmillo de hipopótamo. El mango está tallado en bajorrelieve: en una cara aparece representada una escena de batalla y en la otra se muestra una escena mitológica.







ESCULTURA DEL PREDINÁSTICO-TINITA

Destaca sobre todo la realización de relieves en paletas para cosméticos, con los mangos decorados, la mayoría realizadas en pizarra. Muchas de ellas aparecen decoradas con animales fantásticos de influencia oriental. Servían para sostener las pinturas que luego se aplicaban en la cara y especialmente en los ojos.

La Paleta de Narmer (Museo Egipcio, El Cairo), hijo del llamado “Rey Escorpión”, al que se identifica con el Faraón de la I dinastía Menes, gran rey de Tinis y unificador de Egipto. El faraón aparece en una de las caras de la tablilla con la tiara blanca del Alto Egipto y en la opuesta lleva la tiara roja del Bajo Egipto. Parece representar el sometimiento del Bajo Egipto al poder del rey del Alto Egipto, que somete a un enemigo agarrándolo por el cabello. Su imagen representada como Horus aparece también sometiendo a un hombre que se identifica con la planta del papiro y representa el país del papiro: El Bajo Egipto.






















Hay también estelas, de carácter conmemorativo, como "La estela del Rey Serpiente"(Museo de Louvre, París), llamada así por aparecer este reptil representado y que probablemente era el símbolo del rey Get o Zet, sucesor de Menes de la I Dinastía. De nuevo aparece Horus como nombre asignado al soberano sobre un rectángulo que encierra el nombre del faraón, como serpiente, y cuya base es el serekh, palacio real donde habita el rey que encarna el halcón. Esta forma de representar el nombre del faraón se generalizará en el futuro





















Estatua de 138cm de altura en arenisca de  Mentuhotep II, el nuevo Unificador de Egipto, identificado con Osiris y con la barba de punta curva propia de los dioses. Procede del mausoleo de Deir el-Bahari. Fechada en el 2020 a.C.



ESCULTURA DEL IMPERIO ANTIGUO

Es la época de mayor idealización en la escultura. Las representaciones son de personajes juveniles, nunca ancianos.


“Escultura sedente de Zoser
 (Museo Egipcio, El Cairo) fundador de la III Dinastía, que trasladó la capital a Menfis, fue encontrada en el Serdab de su pirámide. Entronizada, de tamaño natural, realizada en piedra caliza. Lleva como tocado el nemes, paño de lino doblado que tapa la peluca, ya que el faraón nunca se presenta en público con la cabeza descubierta.















Se trata de un relieve bajo de carácter plástico. EL material utilizado es la madera y tiene un tamaño de 114 centímetros.
Este relieve, perfecto de los escribas del rey Zoser, demuestra con claridad cómo en el tercer milenio antes de Cristo los artistas tenían  perfectamente sistematizado el cano armónico de 18 puños, la ley de frontalidad y la visión rectilínea.
En cuanto al contexto histórico, hay que apuntar que la obra pertenece a la III dinastía.




 "Mikerinos, la diosa Hator y una representación de la divinidad provincial" 
(1532-1504 a. Cto, Museo Egipcio, El Cairo) 93 cm., sigue el mismo esquema de canon, tiene jerarquización, la figura del faraón aparece en mayor tamaño. Tratamiento idealizado del torso desnudo. Realizado en piedra de pizarra.




















"Mikerinos y su esposa" (Museo de Bellas Artes de Boston, EEUU), en el mismo material



"Escultura sedente de Rahotep y Nofret" (Museo Egipcio, El Cairo), en piedra caliza policromada, representa a unos esposos y sigue los mismos cánones ya dichos. La piel del hombre es de tono más oscuro que el de la mujer, lo que nos indicaría el origen oriental de ésta.
















“El inspector de los escribas Raherka y su esposa Merseankh (IV-V Dinastía, Museo de Louvre, París) Aparece representado con su mujer, ésta en un tamaño excesivamente menor que el de su marido.
“Funcionario y su mujer”.


"El enano Seneb y su familia" (Hacia en 2500 a. Cto. Museo Egipcio, El Cairo) es un ejemplo de este realismo a la hora de representar a la gente del pueblo.



"El escriba sentado" (Museo Egipcio, El Cairo) y “El Escriba Morgan" (Museo de Louvre, París)
realizados los dos en piedra policromada, datan de la V dinastía. Ambos aparecen en actitud de escucha para trasladar las palabras al papiro.

En la mayoría de las esculturas utilizan piedras incrustadas para realizar los ojos, que son una de las partes más importantes del cuerpo para los egipcios, marcando mucho los contornos y con formas almendradas. La nariz, símbolo de dignidad, también tiene un tratamiento ideal.


















ESCULTURA DEL IMPERIO NUEVO

Es una etapa de esplendor en el arte, ahora con capital en Tebas. Se suavizan las formas y son a la vez más naturales, quizás por influencia del contacto con la cultura asiática. Los rasgos físicos cambian también debido a la mezcla de razas de los faraones con princesas asiáticas.


El tamaño de las obras se hace gigantesco en el caso de las esculturas oficiales, muy relacionado con los gustos de los faraones y sus construcciones. En las representaciones de los nobles la minuciosidad es mayor.


“Estatua cubo de Senmut” 
(Neues Museum, Berlín), con gran cantidad de jeroglíficos.



"La reina Hatshepsut" (Museo Egipcio, El Cairo), representada en granito rosa. Dinastía XVIII. Única hija de Tutmosis I y su esposa Ahmosis, se hizo con el trono de Egipto al fallecer su esposo y considerarse ella como legítima heredera.
Esta reina se representa muchas veces como hombre, con la barba postiza típica de los faraones. También destacan sus retratos en forma de esfinge.




Es durante el reinado de Amenofis IV, Akenatón (el que complace a Atón), cuando se produce la gran revolución en el arte figurativo, especialmente en la escultura que ahora tendrá su capital en Tell-El-Amarna, llamándose Arte Amarniaco. Son representaciones de mayor naturalidad y realismo que derivarán en un gran manierismo con el tiempo. Las representaciones de dioses se centrarán en Amon o Atón, ya que es época de monoteísmo, lo que supondrá para Amenofis IV su desaparición de las listas reales posteriores. La mayoría de las representaciones aparecieron bajo los restos del taller de escultura real en las ruinas de Akhet-Atón (Tell-el-Amarna), hoy en su mayor parte se encuentran en el Museo Egipcio de El Cairo.

Se alarga el canon y se marcan los rasgos característicos del faraón. "Busto de Akenatón", "Rostro de Akenatón", ambos de gran realismo, en ellos se marca mucho los rasgos negroides del faraón. La mayoría apareció en el templo de Atón en Karnak y se encuentran en El Museo del Cairo. También hay representaciones frontales en las que se muestra el cuerpo deforme del Faraón.





"Cabeza de Nefertiti" (Neues Museum, Berlín), en piedra policromada, era esposa de Akenatón, en ella se realza su belleza, sus rasgos modernos, y aparece siempre con una ligera sonrisa. Se piensa que el escultor real tenía una relación especial con ella, y de hecho en el taller escultórico del Palacio de Karnak aparecen principalmente figuras de esta reina muy bellas, mientras que en el faraón se resalta la fealdad, a veces con cierta exageración.





















Representación de Meritatón hija de Amenofis IV”, exagera hasta el extremo el apepinamiento del cráneo y remarca la barbilla

















Es en esta época en la que el relieve marca su cenit, que refleja aspectos cotidianos de la corte faraónica, muchas escenas familiares que se generalizarán en épocas posteriores. Ya reflejan un tratamiento anatómico no visto con anterioridad, se alargan los cuellos y se relacionan las figuras, creando unidad compositiva. Destacan los relieves que representa escenas familiares de Amenofis IV y Nefertiti.












 Tutankamón (1334-1325), último faraón de la Dinastía XVIII, aún mantuvo el culto monoteísta, que ahora hay quien relaciona con la convivencia con el pueblo judío, esclaizvado por los egipcios y previo a la llegada de Moisés, pero las presiones políticas le harán retornar a los antiguos cultos tebanos. Tutankamón fallecerá en manos de los sacerdotes que vuelven a imponer el politeísmo, a penas tenía 18 años. Su tumba nos ha llegado completa gracias al descubrimiento de Howard Carter, y en ella hay gran cantidad de ejemplos de arte.

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