Los escultores renacentistas mostraban un fuerte afán de representar la naturaleza y el desnudo idealizado o natural, tal y como ocurría con los griegos, para los cuales lo ideal era la perfección de la naturaleza. Así mismo, se vuelven a adoptar temas de la mitología clásica, la expresión de los sentidos y pasiones humanas, siguiendo los cánones clásicos y modernizándolos.
Los escultores neoclásicos representan figuras en calma, de expresión serena y fría, que muestran dignidad y elegancia(Antinaturalismo). Con la escultura griega sucedió algo similar, ya que su obsesión por la búsqueda de las proporciones perfectas condujo a que se estableciesen determinados cánones de belleza que, aunque eran naturalistas, estaban totalmente alejados de la realidad cotidiana, siguiendo normas rígidas.
En el neoclasicismo al igual que ocurría con el renacimiento se vuelven a adquirir elementos grecorromanos como la temática mitológica o la adquisición de poses propias de estatuas romanas
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